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martes, 27 de enero de 2015

Dinero endógeno: Dos visiones


Tal y como comentábamos en esta entrada, tanto Frederick Soddy, antecedente de la economía ecológica, como la escuela post-keynesiana, comparten puntos de vista sobre el dinero, ambos plantean que el dinero es “endógeno”, es decir, su cantidad viene determinada por la demanda de crédito de la economía, y no por el Banco Central. Sin embargo, hasta aquí llegan las similitudes, para la economía ecológica existe un problema institucional, se debe cambiar la forma en que se crea el dinero; para los post-keynesianos, si hay algún problema este es de política económica, debe cambiarse la forma de actuar del gobierno.

Una vez establecido que el dinero se crea de forma endógena, la Teoría Monetaria Moderna hace especial hincapié en el monopolio del estado sobre su moneda, o soberanía monetaria. El crédito creado por los bancos es un pasivo para una persona y un activo para otra, por tanto si lo agregamos su valor neto es cero. Por el contrario el estado puede crear activo financieros netos, y es el completo monopolista de los mismos, nadie más puede hacerlo. Un estado soberano monetariamente siempre puede hacer frente a sus deudas, sólo necesita “imprimir” dinero. En efecto, suponiendo que las deudas de Marruecos (país soberano monetariamente) están denominadas Dírhams marroquís, es sencillo comprender que dado que Marruecos puede crear tantos Dírhams como se le antoje, siempre podrá honrar sus deudas.

Lo primero que llama la atención es la aparente incongruencia entre la teoría del dinero endógeno y la afirmación acerca del monopolio del estado sobre su moneda. En realidad no existe tal incongruencia, la teoría del dinero endógeno juega un papel fundamental dentro de la teoría monetaria moderna, tal y como nos explica Dan Kervick

Este modelo monetario endógeno lo que nos dice esencialmente es que impulsos en los saldos de reservas no “traen consigo” más préstamos y más depósitos a la vista en la economía real. Más bien es la demanda de crédito y de depósitos a la vista lo que generalmente “trae consigo” más saldos de reservas de la Fed, a fin de acomodarse a los deseos del mercado. Los mecanismos causales que operan aquí significan que los bancos centrales pueden –en principio— interrumpir la expansión del préstamo negándose a suministrar los saldos de reservas adicionales en demanda. Pero no puede hacer mucho para estimular la expansión del préstamo inundando el sistema bancario con más saldos de reservas. La vía por la que el Estado puede impulsar la demanda de crédito es impulsando la demanda del consumo. Y lo hace sirviéndose del canal, más activo, del Tesoro para gastar dinero directamente en las cuentas de depósito de la gente, no utilizando el canal de la Fed. Esa imagen es plenamente congruente tanto con la tesis del dinero endógeno como con la tesis del monopolio monetario.
 Las actuaciones del banco central no tienen efectos en el sistema financiero, no se traducen en la concesión de un “exceso” de créditos, por lo tanto no dan lugar a burbujas financieras. Uniendo ambos hechos, el dinero endógeno y el monopolio del estado sobre su moneda, se deduce que los déficits del estado no son tan malos como nos cuentan, siempre se pueden pagar imprimiendo moneda, y ello no tendrá ningún efecto adverso, todo lo contrario, al inyectar saldos en las cuentas del sector privado conseguimos que este ahorre (de hecho se puede demostrar que sin deuda pública no podría haber ahorro neto privado) ¿Y qué necesitamos en situaciones de alto endeudamiento privado? Reducir deuda, es decir ahorrar, por tanto los déficits públicos no sólo no son malos, son la solución a las situaciones de alto endeudamiento, como la presente.

El razonamiento hasta ahora no puede ser más simple, si bien hay que reconocer que podría haber algún efecto adverso en forma de devaluación e inflación. Al proporcionar dinero al sector privado, aumentará la demanda, esto hará que aumenten las importaciones (parte de los bienes adquiridos habrán sido producidos en el extranjero), saldrá más dinero al exterior, y la moneda tenderá a devaluarse, al aumentar su oferta en los mercados internacionales. Los productores extranjeros pedirán más dinero por sus bienes y aumentará la inflación.

Si bien esto no tiene que ser un drama, especialmente cuando la bota del rentista nos oprime con fuerza, es necesario ponerlo en nuestro contexto actual, un mundo topando con algunos límites en la extracción de recursos. Cabe recordar lo que ocurrió en los 70, con las crisis del petróleo, nos lo cuenta Ariel Francais en El crepúsculo del estado-nación (énfasis mío)

La crisis petrolera de 1973 desencadenó desequilibrios comerciales y financieros, un proceso acumulativo de reestructuración de los sistemas energéticos y de los aparatos productivos, una ola de políticas deflacionarias y la explosión del desempleo. Para amortiguar el impacto del aumento del precio del petróleo y reducir su dependencia energética a largo plazo, los países consumidores tuvieron que adoptar políticas de ahorro de energía en gran escala y de sustitución del petróleo con la promoción de fuentes de energía nuevas y alternativas que todavía se implementan. A corto plazo, sin embargo, la respuesta inmediata a la crisis petrolera --más allá de las reestructuraciones y las inversiones requeridas para disminuir la dependencia energética a largo plazo--, fue el desencadenamiento en gran escala de políticas deflacionarias con el objetivo de limitar el desequilibrio de las cuentas externas y frenar la inflación. Por otro lado, la acumulación de petrodólares generada por la crisis indujo otros desequilibrios en la esfera financiera, pues alimentó la contratación de deudas en los países en vías de industrialización. El endeudamiento consecuente afectaría dramáticamente al mundo en desarrollo en la década de los ochenta.

El problema en los 70 era que ciertas materias primas estratégicas, como el petróleo, habían quedado distribuidas de forma desigual, concentradas en un número limitado de países. Este hecho en la actualidad es todavía más acusado, y ya no se reduce a los hidrocarburos, sino que abarca un buen conjunto de recursos indispensables para la sociedad industrial. Este hecho provoca que si bien al sector público le resulte fácil endeudarse única y exclusivamente en su moneda, el sector privado suele tener que endeudarse en moneda extranjera. Las importaciones se financian, mediante el crédito a la importación. Esto hace que un país generalmente no pueda permitirse cualquier tipo de cambio, dado que las empresas obtienen sus ingresos en moneda nacional, pero cierto número de ellas tiene que pagar sus deudas en moneda extranjera.

Sin embargo, lo más criticable de esta teoría, es que mantiene el privilegio de los bancos de crear dinero de la nada, y pretende arreglar los destrozos que esto puede crear a través de la inversión pública, es decir, del crecimiento. Con los problemas ambientales que tenemos encima ¿no sería mejor cortar de raíz la inestabilidad financiera? Yo creo que sí.


A pesar de ello, hay una forma de intentar una reconciliación, aunque sea de mínimos, entre estos dos puntos de vista (muy de mínimos y de forma temporal, mientras se avanza en otras direcciones). Se trataría de que el estado financiase a través de esos déficits la inversión en capital natural, es decir, en los ecosistemas y los recursos primarios que apoyan la agricultura, la salud y las ciudades. Respecto a este último punto, las ciudades, recordemos que el manifiesto Última Llamada incidía de forma genérica en la necesidad de cambios radicales en el diseño de las ciudades ¿Una posibilidad de que Pablo Iglesias se reconcilie con las necesidades, según él contrapuestas, de dar de comer a la gente y evitar la destrucción ecológica.

domingo, 18 de enero de 2015

Enfoque en virtudes y fortalezas de carácter: probablemente el paso más pequeño pero más decisivo hacia el bienvivir

“Sé el cambio que quieras ver en el mundo”
(Mahatma Gandhi)

               Bienvivir, cerebro, virtudes y fortalezas (Foto añadida 30/04/2021)


Una vez  que se ha analizado el concepto de “bienvivir” en los anteriores artículos, mi propuesta consiste en dar a conocer diferentes organizaciones, tendencias y personas que con diferentes proyectos, iniciativas y prácticas alrededor de distintas partes del mundo trabajan implícita o explícitamente por el bienvivir. Ese bienvivir tendría relación a uno o varios de los nodos en los que lo he configurado. De esa forma podemos aprender e inspirarnos en nuestro camino de la vida si nuestra visión es un bienvivir en un planeta sostenible que englobe una diversidad de sociedades pacíficas donde las personas tienen sus necesidades básicas cubiertas. Tenía en mente varios propuestas para empezar esta serie y ante las dudas me pregunté ¿qué sería lo mínimo que uno puedo hacer para conseguir un máximo de bienestar? Una serie de coincidencias han hecho inclinarme por ese título que de un modo conciso responde la pregunta y que de un modo más extenso explicaré en este artículo. Primeramente, la sugerencia del psicólogo Alex Linley, que lidera uno de los proyectos sobre fortalezas que veremos, el cual sostenía que:


 “Desempeñar tus fortalezas, en mi opinión, es la cosa más pequeña que puedes hacer para realizar la más grande diferencia” (1)

En segundo lugar, el cambio de año siempre produce propuestas personales con las cuales queremos corregir, mejorar o instaurar hábitos o comportamientos por lo que este artículo podría servir de inspiración a alguien. En tercer lugar, durante más o menos los últimos diez años, he ido descubriendo como a través de una introspección de mis propias fortalezas con diferentes modelos y una práctica de asidua de ellas conllevaba una mayor satisfacción y bienestar personal. Finalmente, como bien indicaba el oráculo de Delfos, la pieza angular es “Conocerse a uno mismo” para saber nuestros activos como las virtudes, fortalezas, valores, talentos y destrezas con los que contamos en nuestro viaje. Queremos cambiar el mundo hacia nuestra visión pero quizás lo primero que deberíamos hacer es cambiarnos, o más apropiadamente, re-direccionarnos y alinearnos con esa misma visión.

Como este tema es realmente amplio, intentaré dividir este artículo en tres partes que mostrarán a través de diferentes pinceladas respuestas a las siguientes preguntas.

¿Qué son las virtudes y fortalezas de carácter?
¿Por qué sería deseable un enfoque en virtudes y fortalezas?
¿Cómo podría uno empezar este enfoque en fortalezas?


¿Qué son las virtudes y fortalezas de carácter?

El colibrí (2)
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Cuentan los guaraníes que un día hubo un enorme incendio en la selva. 
Todos los animales huían despavoridos, pues era un fuego terrible. 
De pronto, el jaguar vio pasar sobre su cabeza al colibrí… en dirección contraria, es decir, hacia el fuego. 
Le extrañó sobremanera, pero no quiso detenerse.
Al instante, lo vio pasar de nuevo, esta vez en su misma dirección. 
Pudo observar este ir y venir repetidas veces, hasta que decidió preguntar al pajarillo, pues le parecía un comportamiento harto estrafalario:
¿Qué haces colibrí?, le preguntó.
Voy al lago -respondió el ave- tomo agua con el pico y la echo en el fuego para apagar el incendio.
El jaguar se sonrió.
¿Estás loco?- le dijo. ¿Crees que vas a conseguir apagar lo con tu pequeño pico tú solo?
Bueno- respondió, el colibrí- yo hago mi parte…
Y tras decir esto, se marchó a por más agua al lago.
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En este apartado se describirán los principales conceptos detrás del enfoque en virtudes y fortalezas así como la historia que está detrás de una de las iniciativas más conocidas que lo promueve y que puede ser usado como referente para adentrarse en esta tema.

En 1998 la elección de Martin Seligman como presidente de la Asociación de Psicólogos Americana (APA) conllevó un gran giro en la psicología dominante del siglo XX con la aparición de la psicología positiva. No es que el cambio fuera novedoso porque muchas de la filosofía e ideas de la psicología positiva ya se conocían anteriormente (Aristóteles, William James, Jahoda, Maslow)  sino por la fuerza como movimiento heterogéneo  con la que ha irrumpido en estos últimos 17 años. Si hubiera que hacer un honor al concepto y nombre de “psicología positiva”, los laureles se los llevaría el psicólogo humanista Abraham Maslow que ya en 1954 proponía ese concepto y muchas de las ideas de la actual psicología positiva ya se veían reflejadas en uno de los capítulos de su libro “Motivación y personalidad”.
La psicología positiva ha sido como un movimiento pendular. Se ha girado desde una perspectiva donde las principales o quizás las más poderosas corrientes psicológicas del siglo XX se enfocaban en la solución a los problemas humanos a un modelo enfocado en la potenciación de lo que realmente funciona como seres humanos. Como no todo es negro ni todo es blanco, en el libro “Character Strengths and Virtues: a handbook and classification”, que puede considerarse la “biblia” fundacional de las fortalezas de carácter de la psicología positiva, especifican en un contexto intermedio la posición de ambos modelos.

La anterior preocupación  de la psicología con los problemas humanos es, por supuesto, comprensible y no será abandonada en el futuro. Los problemas que demandan soluciones psicológicas siempre existirán, pero los psicólogos interesados en promover el potencial humano necesitan plantear diferentes preguntas a aquellas que sus predecesores asumieron con el modelo de enfermedad de la naturaleza humana. No rechazamos el modelo de la enfermedad mientras nos  acercamos al del carácter.  Estamos convencidos  de que las fortalezas humanas no es algo secundario, derivado, ilusorio, epifenómico y parásito del modelo negativo. Dicho de una manera positiva, creemos que los puntos fuertes de las fortalezas de carácter son el fundamento de la condición humana y que las fortalezas, su actividad congruente, representa una vía importante para la psicología de la buena vida. (3)

Esto nos da una gran perspectiva sobre la visión del proyecto de la psicología positiva y sus sinergias con el concepto de “bienvivir”. De entre las muchas ideas y proyectos tras el paraguas de la psicología positiva, me enfocaré en el tema de las virtudes y de las fortalezas de carácter. En 2004, Christopher Peterson y Martin Seligman con su libro “Character Strenghts and Virtues: a handbook and classification” propusieron una especie de manual para el estudio científico de las virtudes y de las fortalezas de carácter. Del mismo modo que existe el manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Psiquiátrica Estadounidense o la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el objetivo del manual de virtudes y fortalezas era establecer los principios, conceptos y definiciones para el estudio de lo que funciona como seres humanos. Para los antiguos filósofos griegos las virtudes eran los rasgos positivos que hacen a una persona buena, moralmente. Para hallar esas virtudes un equipo de varias personas se enfocaron en tres de las principales áreas del mundo que con sus tradiciones habían influido en la historia del pensamiento humano: China (Confucionismo y Taoísmo), Sudeste Asiático (Budismo e Hinduismo) y Occidente (Antigua Grecia, Judaísmo, Cristianismo e Islam). A través de esas y otras investigaciones, establecieron las 24 fortalezas de carácter, revisables en el futuro, que se  agrupaban en 6 categorías que recogían las virtudes básicas que se daban en todas las culturas anteriores. De algún modo ese intento de salirse de patrones occidentales podría hacer que esas virtudes y fortalezas de carácter pudieran ser un referente casi universal.

  
6 Virtudes básicas
24 Fortalezas de Carácter
Sabiduría y Conocimiento
Fortalezas cognitivas que implican la adquisición y uso del conocimiento: 1) CREATIVIDAD (Originalidad, Ingenio); 2) CURIOSIDAD (Interés, búsqueda de novedad, apertura a la experiencia); 3) IMPARCIALIDAD (Juicio, Pensamiento Crítico) 4) AMOR AL CONOCIMIENTO; 5) PERSPECTIVA (Sabiduría).
Valentía
Fortalezas emocionales que implican el ejercicio de la voluntad para lograr metas a pesar de una oposición interna o externa: 6) CORAJE (valor); 7) PERSISTENCIA (Perseverancia, Laboriosidad); 8) INTEGRIDAD (Autenticidad, honestidad); 9) VITALIDAD (brío, entusiasmo, vigor, energía).
Humanidad
Fortalezas interpersonales que implican el cuidado y la ayuda hacia los demás: 10) AMOR; 11) AMABILIDAD (Generosidad, compasión, cuidado, amor altruista); 12) INTELIGENCIA SOCIAL (inteligencia emocional, inteligencia personal).
Justicia
Fortalezas cívicas que subyacen en una vida en comunidad sana: 13) CIUDADANÍA (Responsabilidad social, lealtad, trabajo en equipo); 14) EQUIDAD; 15) LIDERAZGO.
Templanza
Fortalezas que nos protegen contra el exceso: 16) PERDON Y MISERICORDIA; 17) HUMILDAD / MODESTIA; 18) PRUDENCIA; 19) AUTOREGULACIÓN (Autocontrol).
Trascendencia
Fortalezas que nos conectan con un universo más grande y nos dan significado: 20) APRECIACIÓN DE LA BELLEZA Y DE LA EXCELENCIA (admiración, asombro, sublimidad); 21) GRATITUD; 22) ESPERANZA (Optimismo, mentalidad de futuro, orientación hacia el futuro); 23 HUMOR (alegría); 24) ESPIRTUALIDAD (religiosidad, fe, propósito).


Como puede haber una serie de confusiones sobre las diferencias entre fortalezas de carácter, valores, talentos y habilidades, tomaremos para su comprensión las definiciones de Ryan M. Niemiec, director educativo del Instituto de Carácter en Cincinnati. (4)

Fortalezas de carácter: son nuestras capacidades para pensar, sentir, obrar y comportarnos. Reflejan lo que es mejor en nosotros y se pueden ver como parte de nuestra identidad positiva. Ej. Las 24 fortalezas de carácter de la psicología positiva

Talentos: son nuestras habilidades innatas que normalmente tienen un fuerte componente biológico y pueden ser o no desarrollados. Ej. Inteligencia, capacidad musical, capacidad atlética.

Destrezas: son esas fortalezas que se desarrollan a través de la formación. Ej. aprendizaje de un oficio determinado, habilidad con los ordenadores.

Valores: soportan los principios, creencias o ideales que son de vital importancia para nosotros. Residen en los pensamientos y en los sentimientos pero no en el comportamiento. Ej. Valor por la familia, por el trabajo duro.


Como resumen sobre las distintas definiciones, se podría decir que las virtudes, en concreto esas 6 virtudes básicas, representan de manera más abstracta las cualidades positivas que hacen a los seres humanos moral y éticamente buenos. Para alcanzar esas virtudes se pueden utilizar como vehículos a las 24 fortalezas de carácter. Estas fortalezas de carácter son un escalón más concreto de esas virtudes. Son los procesos que las definen, por ello también se les llama valores en acción (VIA). Las fortalezas de carácter no son totalmente compartimentos estancos orientadas a conseguir esas virtudes básicas donde están clasificadas. Es verdad que para alcanzar la virtud de sabiduría y conocimiento; la curiosidad, la creatividad, el amor al conocimiento, la imparcialidad, la perspectiva ayudan mucho pero otras fortalezas como la prudencia, la persistencia, la integridad pueden ser también útiles. Por último, en la tercera parte de este artículo se verán también otros modelos que se articulan alrededor de una taxonomía distinta. Se les llama también “fortalezas” pero son más específicas que las fortalezas de carácter y por eso se les podría llamar “temas situacionales” o “temas laborales” para diferenciarlas de las fortalezas de carácter.



¿Por qué sería deseable un enfoque en virtudes y fortalezas?

Recomponer el mundo (5)
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Un científico estaba muy ocupado intentando encontrar una solución para recomponer el mundo. Un día su hijo de 7 años entró en su laboratorio y él se incomodó porque no quería distraerse ni perder el tiempo. Para tenerlo entretenido durante varios días le recortó un mapamundi de una revista. Se lo troceó y dándole cinta adhesiva le dijo que reconstruyese el puzzle. Pasados unos minutos el niño le dijo que ya estaba listo ante la incredulidad del padre que no podía entender tanta sagacidad en recomponer algo cuya forma el niño desconocía. Entonces le preguntó cómo había sido capaz de hacerlo si no sabía qué forma debería tener el mundo. El niño le explicó que antes de recortarlo en trozos vio que por detrás de la hoja había una silueta de un hombre… al arreglar el hombre y darle la vuelta vio que también había arreglado el mundo.
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En este apartado se describe el lado positivo de este enfoque desde un punto de vista personal como desde un punto de vista social y medioambiental. Ampliando el foco a todo el sistema se podrían prever efectos sinérgicos en varios de los nodos que componen el enfoque holístico en el bienvivir.

Desde un punto de vista individual existen bastantes evidencias positivas sobre los individuos que siguen un enfoque en fortalezas. Alex Linley, que lidera el proyecto Realise2 sobre fortalezas ha recogido bastantes de estas evidencias.

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Aquellas personas que utilizan más sus fortalezas:
1)      Son más felices.
2)      Son más seguras.
3)      Tienen más autoestima.
4)      Tienen más energía y vitalidad.
5)      Experimentan menos stress.
6)      Son más resilientes.
7)      Tienen más probabilidades de conseguir sus metas.
8)      Tienen un mejor desempeño en el trabajo.
9)      Están más comprometidas en el trabajo.
10)  Son más efectivas en su desarrollo y crecimiento como individuos.
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Los individuos no somos islas sino que somos seres sociales y además ocupamos un espacio en el ecosistema Tierra en un tiempo concreto de su historia. Desde una perspectiva de sistemas me gustaría hacer un ejercicio prospectivo sobre cómo podría incidir que una cierta masa crítica de personas empezaran a enfocarse en virtudes y fortalezas de carácter. Evidentemente esto es un ejercicio de ficción en el que posiblemente no tenga en cuenta muchas variables ni retroalimentaciones tanto positivas como negativas, ya que el mapa no es el territorio. Desde una perspectiva sistémica, un enfoque en virtudes (ética de las virtudes) podría satisfacer plenamente nuestras necesidades como potencial (autonomía, libertad, participación, autorrealización, actividad con sentido, afecto, amor, crecimiento moral…). Estas a su vez están interrelacionadas con los otros tipos de necesidades como son las necesidades fisiológicas, psicosociales y culturales formando un complejo ecosistema de necesidades. 




El modelo normativo, que es un enfoque holístico donde las partes están integradas con el todo, permite apreciar mejor esos cambios sistémicos con la sociedad y el medio ambiente. Esa introspección interna entre las necesidades como potencial del individuo con una ética de las virtudes afecta a las partes del sistema externo como pueden ser una mayor conciencia en los derechos civiles y políticos hacia la dignidad de las personas así como una mayor consciencia en los servicios de consumo que nos ofrece la naturaleza. 



Tomando como metáfora el cuerpo humano donde el sistema circulatorio es el que lleva la sangre a todos sus elementos para que se mantenga viva la persona, el sistema propuesto de nodos y relaciones alimenta a las otras partes del sistema normativo como son la sociedad y el medio ambiente. Desde esta perspectiva de los nodos, el enfoque introspectivo en fortalezas partiría desde “Desarrollo Personal” ubicado en el cuadrante individual. El otro nodo de este cuadrante es “Salud”. No parece desechable que al aumentar nuestro conocimiento sobre nosotros mismos esto ejerza un aumento de nuestra salud, tomando esta no sólo como bienestar físico sino también como mental y social tal como la define la OMS. Con respecto a los 6 nodos enmarcados en la parte social (familia, comunidad, economía, trabajo, educación y ética), estos en principio también afectarían positivamente al sistema desde un punto de vista del bienvivir. Las relaciones en nuestra familia, comunidad y trabajo se verían, en un principio, reforzadas por esa energía, vitalidad, autoestima y menor nivel de stress de nuestra personalidad. Con respecto al sistema ético, de valores, éste sumaría un nuevo miembro con valores intrínsecos y universalistas en contraposición a los valores más extrínsecos y egocéntricos del actual paradigma. De este modo y llevándolo a la práctica en el sistema económico, el comportamiento conllevaría ejercer como consumidor responsable con una amplia visión de ciudadano del mundo. Visto con los fríos números de la economía, la pérdida de clientes, al aumentar la masa crítica de ciudadanos responsables, reorientaría las prácticas de las empresas y gobiernos. En todas estas organizaciones se podría incrementar la transparencia y los cambios en sus estructuras y procesos internos como reacción a los nuevos valores. De esa misma manera, como en la creación y muerte de las células de nuestro cuerpo, podría haber posibles desapariciones de empresas que no se ajustan a los parámetros de los nuevos consumidores responsables, tanto por los productos o servicios que no representan una necesidad vital como por la manera que se obtienen, p. ej. con las externalidades ambientales y sociales. La educación que se demandaría para la nueva situación se orientaría más hacia enseñar cómo vivir en detrimento de actual modelo que se enfoca primordialmente sobre cómo ganarte la vida. Finalmente esa expansión de conciencia a través de las redes llega a los nodos del sistema medioambiental (medio ambiente y alimentación) incidiendo en los actuales modelos de extracción de recursos del medio ambiente y de producción de alimentos.


¿Cómo podría uno mismo empezar su enfoque en fortalezas?

Dos Lobos (6)
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Una mañana un viejo Cherokee le contó a su nieto acerca de una batalla
que ocurre en el interior de las personas.
Él dijo, “Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros”.
“Uno es Malvado – Es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia,
autocompasión, culpa, resentimiento, soberbia, inferioridad, mentiras, falso orgullo,
superioridad y ego.
“El otro es Bueno – Es alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad,
benevolencia, amistad, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe.
El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a sus abuelo:
“ ¿Qué lobo gana?”
El viejo Cherokee respondió: “Aquél al que tú alimentes.”
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Finalmente en este apartado quiere mostrar varios modelos que me han sido útiles para mi propio enfoque en fortalezas. Para aquellos que quieran indagar más profundamente sobre las virtudes, nombraré varias organizaciones que se enfocan en su estudio. Asimismo, propongo el foro para que los lectores sugieran otros modelos, organizaciones o propias experiencias sobre este tema tan interesante.

Una de las primeras sugerencias que propondría para aquellos que se quieren enfocarse en fortalezas es reconocerlas, saber cuáles son. Para ello nos encontramos con varios métodos, como la propia introspección, preguntar a los conocidos y familiares sobre qué es lo que encuentran de bueno en nosotros o incluso la utilización de test. Reconozco que los test no reflejan nuestra realidad por sus abstracciones en modelos, por nuestras propias proyecciones o por circunstancias emotivas cuando los realizamos pero por otra parte puede ser una primera y buena aproximación a lo que queremos hallar, en este caso, nuestras fortalezas.

Una de esas propuestas sería la realización del test VIA de fortalezas de carácter que se puede realizar gratuitamente y en español en esta página. Al finalizar el test, se obtendrá una lista con las 24 fortalezas de carácter de uno mismo, ordenadas de mayor a menor. De este modo con bastante probabilidad las primeras en la lista serán nuestras principales fortalezas. Es a partir de aquí, cuando la herramienta ya ha sido utilizada, cuando se podría hacer una introspección personal más profunda sobre esos resultados. Este es ya un viaje personal para conocerse a uno mismo y comprobar o sentir que tenemos esas capacidades y que además es muy posible que su uso en el pasado o en el presente nos esté dando experiencias de bienestar. El siguiente paso en ese enfoque sería conocer más profundamente cada una de esas primeras fortalezas a nivel académico, filosófico o experimental lo que puede ayudar cognitivamente para utilizarlas más a menudo.  El programa recomienda uno enfoque en las cinco primeras fortalezas pero, desde mi perspectiva, creo que se podría llegar hasta la octava fortaleza por aquello de que hayamos proyectado nuestros deseos en las respuestas y se nos haya podido escapar alguna fortaleza que debiera estar más adelante. De todos modos, este es un viaje personal que además se retroalimenta cada vez que uno lo experimenta poniéndolo en práctica. Este enlace nos lleva a un listado recogido por el psicólogo e investigador Tayyad Rashid con películas y sugerencias para poner en práctica cada una de las 24 fortalezas.

Para aquellos que estén más interesados en el enfoque en fortalezas y quieren ir más lejos en sus introspección, describiré dos propuestas etiquetadas como “fortalezas” pero, como se indicaba más arriba, se podrían clasificar como “temas” situacionales o más concretamente “temas” laborales.

La primera de ellas es la propuesta por Gallup, que además fue anterior a las fortalezas de carácter de la psicología positiva. De hecho para la designación de esas 24 fortalezas de carácter de la psicología positiva se consultó a investigadores que trabajaban para Gallup. El modelo propuesto por Gallup (StrengthsFinder) se compone de 34 fortalezas. La principal diferencia entre el modelo de fortalezas de carácter y los dos siguientes modelos es que estos dos últimos, sus “fortalezas” son más específicas a las situaciones, no son ni buenas ni malas por sí y se podrían utilizar, como se indicaba más arriba, para desarrollar las fortalezas de carácter. Para hacer realizar test se requiere el pago por un código que da acceso al propio test en internet, el cual se puede realizar en español. Otra forma es comprar el libro “Ahora descubre tus fortalezas” de Marcus Buckingham que incluye en su tapa interna el código para hacer el test o también el libro “Strengthsfinder 2.0" (inglés) de Tom Rath que también lo incluye. Finalmente una opción gratuita de un test que se asemeja al propuesto por Gallup, con sus 34 dimensiones, se puede encontrar en este enlace (test en inglés).

La segunda es la más novedosa de las tres descritas en este artículo y se llama Realise2 y está liderada por el psicólogo Alex Linley. Su enfoque recoge 60 fortalezas que apuntan a estas tres dimensiones: energía, desempeño y uso. De este modo su test (de pago y en inglés) te envía un informe como el de este ejemplo.  Este modelo radiografía tus fortalezas atendiendo a cuatro cuadrantes con ciertas características que combinan las tres dimensiones anteriores:


1)       Fortalezas que llevas a cabo:
o   Te dan energía o vitalidad.
o   Te desempeñas bien con ellas.
o   Debes continuar su uso

2)      Fortalezas que no llevas a cabo:
o   Te dan energía o vitalidad.
o   Te desempeñas bien con ellas.
o   Debes potenciar su uso

3)      Debilidades:
o   Te quitan energía o vitalidad.
o   No las desempeñas bien.
o   Debes reducir su uso

4)      Conductas aprendidas
o   Te quitan energía o vitalidad
o   Te desempeñas bien con ellas.
o   Debes moderar su uso


Este es un modelo bastante interesante porque aparte de hacer un mapa de tus fortalezas distinguiéndolas de las debilidades, también saca a la luz dos nuevos tipos de fortalezas. El primero es un tipo de fortalezas a las que llama conductas aprendidas que son aquellas en las que tienes un buen desempeño pero a pesar de ello te quitan energía o vitalidad y el segundo es un tipo de fortalezas “reales” (que te dan energía) pero que no utilizas ya que, quizás, no se dan los circunstancias donde emplearlas. 

Una vez que somos conscientes de nuestras fortalezas de carácter o/y de las fortalezas situacionales el siguiente paso es internalizar las virtudes. El centro de Carácter y Responsabilidad Social de la Universidad de Boston en este enlace, explica en tres sencillos pasos como hacerlo. Estos pasos se retroalimentan circularmente.


1)      Entender las virtudes nos informa cómo actuar.
2)      Las acciones que realizamos nos dan razones para reflexionar.
3)   Estas reflexiones fortalecen nuestra entendimiento de las virtudes y nuestro compromiso para actuar en consecuencia.


Respecto a las organizaciones que se dedican a la investigación de las virtudes y de las fortalezas de carácter se pueden encontrar en internet varias de ellas con nuevas investigaciones, recursos e incluso cursos en línea masivos y abiertos. Por el lado de la Psicología Positiva, la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos es uno de los centros pioneros con bastante información. Así mismo, existen organizaciones de Psicología Positiva en casi todos los países de habla hispana.

Otro centro destacado en investigación sobre las virtudes es el “Jubilee Centre” para Carácter y Virtud de la Universidad de Birmingham. En su visión como organización son conscientes de que las fortalezas de carácter son críticas para la prosperidad de los seres humanos, que pueden ejercerse en todos los contextos humanos y además son educables. Aunque es una organización muy joven, 2 años, su nivel en proyectos, recursos e investigaciones es excelente. Para muestra ejemplar,celebran seminarios quincenalmente con investigaciones y presentaciones tan atractivas como esta que conecta las virtudes con la sostenibilidad.

Consideraciones personales finales

Desde mi propia experiencia en fortalezas, se podría decir que en este viaje hacia potenciar lo mejor de cada uno, son la propia introspección y la reflexión dos de sus mejores herramientas. Nuestras fortalezas de carácter son como un ecosistema dinámico que se alimentan y se retroalimenta. Desde un punto de vista del bienvivir con su triada persona, sociedad y medio ambiente, las 6 virtudes básicas se podrían acoplar a esa triada. El modelo de cerebro triúnico podría ser el enlace entre la triada del bienvivir y las 6 virtudes básicas que en esa misma conexión podrían reducirse a tres categorías.

                        Bienvivir, cerebro, virtudes y fortalezas (Foto añadida 30/4/2021)


Nuestro cerebro que ha ido evolucionando en el tiempo ha ido incrementando sus funciones y capas, así como su complejidad. Básicamente ese modelo se podría dividir en 3 partes que interactúan entre ellas. Por un lado está el tronco del encéfalo y el cerebelo que están incluidos en lo que es conocido como cerebro reptiliano, el instintivo. Por otro lado, el sistema límbico, más emocional, nos acerca a los demás mamíferos. Por último, el neocortex, la parte más racional, es la fase más desarrollada en los humanos y ciertos mamíferos. Aunque nos consideramos racionales, nuestro comportamiento está mucho más determinado por el instinto y las emociones que por la parte racional. Desde mi punto de vista, las seis virtudes básicas se podrían dividir en tres. Así las virtudes básicas “Valentía” y “Templanza”,  con sus fortalezas de carácter, podrían encauzarse hacia el lado personal, hacia el lado de la voluntad para dominar la parte instintiva de nuestra persona, aquella que nos hace huir o luchar. Por su parte, las virtudes de “Humanidad” y “Justicia” se podrían direccionar hacia la parte emocional, la que nos lleva a una convivencia sana en la sociedad. Por último las virtudes de “Sabiduría y Conocimiento” y “Trascendencia” tomarían la dirección para hacernos mentalmente conscientes de que el medio ambiente, la Naturaleza, es la parte que nos da la vida, de la cual dependemos, y que deberíamos tener en consideración para nuestra propia supervivencia y la de las generaciones futuras.

Referencias:

1)      Traducción propia. Entrevista a Alex Linley. http://positivepsychologynews.com/news/timothy-so/20080618803
2)      El cuento del colibrí. http://sechangersoi.be/ES/5ES-Leyendas/colibri-ES.htm
3)      Peterson, C., & Seligman, MEP (2004). Character strengths and virtues: A handbook and classification. Traducción propìa. P.4
5)      Recomponer el mundo. Atribuido a Gabriel García Márquez. http://loquesabewanda.blogspot.co.uk/2008/06/recomponer-el-mundo.html